domingo, 17 de enero de 2010

TABLEROS DE JUEGO DE SAN ESTEVO DE RIBAS DO SIL ( OURENSE )

Gracias a la información facilitada por nuestro amigo e historiador, D. Miguel Ángel González García, del Archivo de la catedral de Ourense, me pude poner en contacto con D. Mateo Miranda, párroco de la iglesia parroquial de San Estevo de Ribal do Sil, perteneciente al municipio ourensano de Nogueira de Ramuín, para poder visitar el citado templo, pues tenía de hace tiempo, varias anotaciones de la existencia de tableros de juego en el mismo. Dispuesto a comprobar las antiguas anotaciones y realizar una serie de calcos de papel y fotografías, acompañado con D. Mateo y como ya es habitual, de mi buen amigo Jesús Pexegueiro Hermida, nos desplazamos hace unas semanas a esta iglesia, que como saben pertenecía al famoso monasterio románico de San Estevo y que hoy día funciona como un magnífico Parador Nacional de Turismo.
Los tableros de juegos se encuentran en la bancada de piedra interna del poniente, situada a la izquierda de la entrada principal a la iglesia, junto a una gran pila bautismal, sostenida con grueso pie.
El ancho de la citada bancada es el habitual en este tipo de estructuras: 40 centímetros de ancho y 60 centímetros de altura. En el extremo izquierdo (mirando de frente a la bancada), podemos distinguir un diseño geométrico de forma cuadrangular, pero de lados muy irregulares y alguno de ellos en vez de estar en horizontal, la línea la tiene inclinada. Las medidas que presentan sus lados, nos hablan de estas irregularidades: 20 x 19 x 22 x 23,5 centímetros. Está cruzado por diagonales y surcos que salen de la zona intermedia de sus lados, poseyendo una pequeña cazoleta en su zona central y otras más, en cada una de sus intersecciones. Aunque posee muy mal estado de conservación( mejor en su parte izquierda), se puede distinguir un tablero de "alquerque de III" o también conocido como de "tres en raya". Su ejecución es muy tosca y el ancho de los surcos de sus grabados, oscila entre los 2 y 1 centímetros. Las más gruesos son los que corresponden a sus lados.
A unos 16 centímetros a su derecha, vemos con dificultad, un tablero de juego de "alquerque de IX", aunque muy difícil de identificar en parte, por el mal estado de conservación que presenta, debido al desgaste de la superficie en la que fue grabado. Aún así podemos ver como posee también cazoleta central y otras posibles pequeñas cazoletas en todas sus intersecciones y los tres cuadrados concéntricos que forman este conocido diseño poseen las siguientes medidas: 20 x 14 x 6 centímetros. Sus surcos son muy finos y poseen tan sólo un centímetro de ancho, por término medio.
Por último señalar, que a 1,20 metros del anterior, se identifican restos de un posible reticulado, a modo de "tabula lusoriae", en la misma bancada, pero en la zona que está justo debajo de la puerta de entrada que va al campanario de este lado de la iglesia. Por ello, posee muy mala conservación que sólo permite identificar tres pequeños cuadrados situados en fila y unidos en serie horizontal y sólo parte de otro más, colocado debajo del primero de ellos. Podemos pensar en la existencia de un reticulado, formado al menos por 6 cuadrados, en dos series de tres, dispuestos en horizontal, puestos unos encima de otros. Las medidas que podemos dar para estos pequeñas formas cuadrangulares es de 22 x 16 centímetros de lado.
Una visita detenida al claustro románico de este antiguo monasterio, no posibilitó el hallazgo de nuevos tableros de juegos mediavales, debido en parte, a la reutilización de nuevas piedras en la consolidación y restauración de este monumento.
Sólo, para finalizar, quiero agradacer publicamente, la ayuda desinteresada de las personas mencionadas al inicio de este pequeño comentario, que hicieron posible que este se pudiese realizar y que ahora lo estén leyendo ustedes.
Nota sobre las ilustraciones (de arriba a abajo): Panorámica del monasterio de S. Estevo de Ribas do Sil, desde el sur; detalle del inicio del trabajo de la realización de calcos de papel a tamaño natural a los grabados; calcos de papel "in situ" de los alquerques de III y IX; fotografía de los tableros anteriores, apenas visibles por su mala conservación como ya hemos comentado; y por último, un detalle de los calcos citados: 1) alquerque de III; y 2) alquerque de IX

domingo, 3 de enero de 2010

TABLEROS DE JUEGO PROTOHISTÓRICO Y MEDIEVALES DE ÁLAVA

En un escueto pero sustancial artículo, al arqueólogo y amigo vasco, Dr. Armando Llanos Ortiz de Landaluce, en el número 19, de la Revista de Estudios de Arqueología Alavesa, correspondiente al 2002 ( y más concretamente en sus páginas 191 a 196", con el título "Tableros de Juego en el Patrimonio Arqueológico de Álava", presentaba tres tipos de tableros de juegos, de varia tipología y distinta cronología.
El primero de ellos, fue localizado en las excavaciones arqueológicas modernas (1973-1989), dirigidas por el citado arqueólogo, realizadas en el conocido poblado de La Hoya (LaGuardia, Álva), es un "tablero" encontrado en uno de los "niveles correspondientes al Hierro Final con matizaciones celibéricas. Se trata de unapiedra situada en un ámbito de habitación que sobre la superficie alisada tiene un grabado, con una línea fina, un damero. La piedra sobre la que se grabo tiene unas dimensiones de 0,76 metros de largo por 0,40 metros de ancho, y la superficie grabada o,26 metros de laro por 0,22 metros de ancho". Como comenta el autor a continuación, "Posiblemente en relación de este tipo de juegos se pueden poner una serie de fichas recortadas en fragmentos de recidpientes cerámicos, que aparecen en el propio yacimiento". En concreto correspondería a una superficie reticulada, conseguida por el cruce de líneas rectas paralelas entre si y que en época romana entra en las denominada "tabulas lusorias"
Los otros dos tableros se localizaron en la parte alta de la Torre de Los Orgaz (Fontecha, Álava). Los diseños geométricos se encontraron en 1985, con motivo de una visita de inspección a las obras de consolidación del monumento, en la parte alta de la tore, más concretamente en unas losas del suelo en el pasillo de ronda que existe junto a las las almenas. Podemos ver e identificar perfectamente un "alquerque de IX" junto a otro "alquerque de XII".Tan juntos, que la línea que separa un juego del otro, está compartida. Como tambien comenta el autor, "se trata de una diversión motivada posiblemente para entretener los ratos de ocio de los soldados que hacían guardia en la parte alta de la torre.
Finalizamos este breve comentario, siguiendo las palabras del citado autor:"En los dos casos, el de La Hoya y la Torre de Orgaz, parece estar claro su carácter exclusivo como juegos. En el primero en un ambiente doméstico y el segundo ligado a los vigilantes que hacían la ronda por la parte alta de la torre", y en cuanto a la cronología "El de La Hoya corrresponde a momentos de carácter celtibérico en torno al siglo V-IV antes de Jesucristo. En cuanto al de la Torre de Orgaz se puede datar en un momneto coetáneo al de la construcción de la torre- segunda mitad del siglo XIV o primera del XV - aunque también cabe la posibilidad que lo fuese de momentos algo más recientes".
Nota.- En las imágenes que ilustran este comentario, tomadas del citado trabajo, podemos ver, de arriba a abajo, una fotografía de los alquerques mediavales de la Torre Orgaz; a continuación, dibujo a escala de los mismos; y por último, dibujo también a escala, del tablero o damero encontrado en el yacimiento protohistórico de La Hoya.

TABLEROS DE JUEGO MEDIEVALES EN ARAGÓN

Son numerosas y frecuentes la referencias escritas o sólo verbales, que nos hablan de la existencia de tableros de juego mediavales en tierras aragonesas, pero es muy difícil dar con las publicaciones que hablan en concreto de ellas y reproducen algunas de las mismas.
Los tableros de juego que hoy trataremos aquí, corresponden dos de ellos, al bello pueblo zaragozano de Uncastillo y los otros dos, se encuentran cerca del pueblo turolense de Peracense.
Los primeros se localizan más concretamente en la iglesia fortificada de San Martín de Uncastillo, población que está a 601 metros de altitud y al sur de la misma, tenemos a Ejea de los Caballeros.
Cerca de la linterna del oeste de esta iglesia románica del siglo XII, podemos ver dos tipos diferentes de juegos de tableros medievales: uno corresponde al diseño de un "alquerque de IX" y el otro al de un "alquerque de XII. Llama la atención, en este último, que en las intersecciones de las líneas que forman el tablero, posee pequeñas cazoletas. También señalar que en su interior, en su parte inferior, observamos un grabado oval , así como una oquedad, que fueron realizados sin lugar a dudas, con posterioridad al grabado del juego y a su uso como tal, destruyendo parte del mismo. El otro tablero de juego, mejor conservado, posee también otros próximos al mismo pero que no modifican el diseño primitivo. Entre estos grabados posteriores se puede ver un pequeño círculo, un posible podomorfo (huella de un pie humano) y otros surcos.
No podemos hablar más de estos interesantes tableros, pues sólo los conocemos por fotografías, que son las que hoy desde aquí reproduccimos y que fueron tomadas de un foro de la interesante página web Círculo Románico, de la que ya hemos hablado en otras ocasiones y de la que volvemos a recomendar su consulta.
Por lo que respecta a los tableros de Teruel, que encuentran concretamente en el conocido castillo dee Peracense, su conocimiento se lo debemos a que fueron publicados en la Revista Al-Qannis, editada por el Taller de Arqueología de Alcañiz, en su número 9, que de forma monográfica trata el tema de "Los Graffiti: Un patrimonio inédito para el análisis de la historia de las mentalidades", y cuyos autores son: Angels Casanova y Jordi Rovira; José Ignacio Royo y Fabiola Gómez.
Reproducimos aquí dos ilustraciones del artículo en el que se da cuenta de los tableros de juego medievales: En la ilustración o dibujo de la parte inferior, puede apreciar en lugar en donde se ubican los citados grabados, señalados con un asterisco y la sigla T-2 y que se encuentra, junto al cuerpo de guardia del recinto interior de este típico castillo roquero, en la parte intermedia de la imagen. A continuación tenemos los dibujos, a escala, de los calcos de los dos tableros de juegos, realizados a partir de una fotografía del 2001.
Según los autores del estudio "Los grabados se localizan junto al torreón que controla el acceso al interior del conjunto amurallado. Se encuentran junto a la entrada del torreón, en el suelo formado por una plataforma horizontal de rodeno, regularizada y acondicionada para acceder desde la misma y mediante unas escaleras, al paso de ronda de este recinto".
Por el dibujo reproducido podemos apreciar claramente el diseño típico de un tablero para jugar el "alquerque de XII", cuyas líneas son irregulares. Al lado, a su derecha, se observa un grupo de 16 cazoletas circulares, en serie de cuatro paralelas unas a otras y un poco más alejadas. una línea vertical de cuatro cazoletas más, pero éstas, de menor tamaño. Podemos considerar este diseño geométrico, como una clásica "tabulae lusuriae", que nos recuerda ya en épocas medievales, al conocido juego de la mancala.
Como ocurre en otros casos parecidos en diferentes zonas de la península ibérica, la localización de estos tableros de juegos en las fortalezas mediavales, se encuentra en relación a la utilización de los mismo, por los soldados, que desde esos lugares, teniendo que pasar largas horas de vigilancia, se entretenían y pasaban el tiempo jugando en estos tableros.
Para finalizar podemos decir, que poseemos referencias muy escuetas, de la existencia de un tablero de "alquerque del IX" en el mismo palacio de la Alfajería de la capital zaragozana y por otro lado, en el trabajo monográfico mencionado, podemos documentar diversos diseños de posibles tableros de "alquerque XII" en diferentes abrigos rocosos en la provincia de Teruel, pero que deben de ser tratados de forma individualizada, pues el lugar que se encuentran y la técnica realizada para grabarlos, difieren bastante de los que podemos fechar y dar una datación medieval de los mismos con certeza, pudiendo descartar grabados posteriores.