miércoles, 23 de julio de 2008

POSIBLES TABLEROS DE JUEGO EN LAS IGLESIAS DE SANTA MARIA DEL PI Y DEL MAR EN BARCELONA

Para finalizar esta serie de pequeños comentario sobre tableros de juegos localizados en la ciudad de Barcelona, analizaremos a continuación varios grabados localizados en las iglesias de santa María del Pi (en pleno barrio gótico ) y María del Mar, con todas las reservas posibles, en su identificación, pues no se ajustan totalmente a los diseños más habituales.
Hecha esta salvedad, podemos decir que en la extraordinaria iglesia de santa María del Pi, presidida por el gran rosetón de su fachada principal, pudimos contemplar en una de las losas que forman el pavimento de su puerta central, una figura cuadrangular de 62 centímetros de largo por unos 54 centímetros de ancho. Está rota por su lateral izquierdo en su zona superior e inferior, pero podemos distinguir claramente unas líneas que parten de su vértices o zonas próximas y se cruzan en el centro o cerca del mismo. Llama la atención esta circunstancia, pues para clasificarlo como un juego de tablero de "alquerque de tres" debían cruzarse justo en la zona central, pero puede tratarse de una grabación mal hecha o otra modalidad de juego. También es curioso apuntar que se puede ver en la parte superior derecha, dos líneas rectas paralelas y encima de ellas una pequeña cazoleta, que podría estar apuntando restos de otro juego anterior, logicamente que ha llegado hasta nosotros parcialmente y que nos recuerda a parte de un tablero de "alquerque de nueve"
En la visita a la iglesia de Santa María del Mar, que sólo la pudimos ver por el exterior, documentamos una serie de cazoletas de diferentes medidas, tanto en las bancadas de su entrada principal como en la de su lateral norte. Por lo mal conservada que está la piedra en la que se encuentran grabadas las citadas cazoletas, asi como la suciedad que tapa parcialmente algunas de ellas, no permite tener una visión total del conjunto y de estar forma analizar si posen una colocación determinada que nos pueda hacer pensar en un cierto tipo de tablero de juego, que utilizan las series de cazoletas para sus fines lúdicos.
Espero que en próximos viajes a esta bella ciudad cosmopolita , me permita estudiar más en profundidad estos posibles juegos, así como poder localizar otros que sin lugar a dudas existen en otros puntos de la ciudad.
Así para terminar este breve comentario, y para abundar en lo anterior, señalar que gracias a un estudio de las arqueólogas Julia Beltrán Heredia Bercero y Núria MIró i Alaix, recientemente se han localizado y publicado dos tableros de juego del tipo "alquerque de doce": uno grabado en una piedra que forma parte de un enlosado de la casa de la cantonada del Carrer Ventres i Na Rodés y otro, grabado en una gran piedra de molino, reutilizada en la carrer Qui va del Born a la Pla d-en Llull. La datación de los mismos, a juzgar por los materiales arqueológicos localizados y relacionados con el juego que se han encontrado y estudiado, posiblemente corresponda ya a los siglos XVI-XVII, según las citadas arqueólogas, a quienes agradezco este dato.
Nota.- En las imágenes: en la parte superior el majestuoso rosetón gótico de la iglesia de Santa María del Pi; a continuación el posible "alquerque de tres" de la entrada a la citada iglesia; y finalmente, detalle de restos del posible juego de "alquerque de nueve", grabado anteriormente en la losa que está el citado antes.

TABLEROS DE JUEGOS EN EL MUSEU D'HISTORIA DE LA CIUTAT DE BARCELONA

Hace poco tiempo, aunque la publicación ya es de 1951, tuve la oportunidad de leer el pequeño pero interesante trabajo titulado " Pedres i auques", del investigador A. Durán i Sampere, en que nos informaba de varios tableros de juegos localizados en aquella época al realizarse trabajos de excavación en la pequeña plaza de San Iu, cercana a la catedral de Barcelona. Mostraba una losa pétrea con un "alquerque de doce" y en una pilastra localizada "in situ" podíamos ver claramente un "alquerque de nueve" con una gran cazoleta en su zona central y a su lado un dos cuadrados concéntricos, que podían corresponden a un tablero que no llegó a terminarse y de similar diseño que anterior. Por la colocación del elemento constructivo, en vertical, podeos pensar en una reutilización de la misma, con los grabados correspondientes a otra época, en que la citada pieza estaba en posición horizontal.
Conociendo esta noticia, aproveché un viaje a la capital catalana, para intentar ver estos tableros y para ello, mi buena amiga y museóloga, Camila González Gou, me puso en contacto con la conservadora del Museu d'Historia de la Ciutat, Dña. Julia Beltrán de Heredia Bercero, que gentilmente me recibió, me facilitó la información pedida y me acompañó personalmente a ver los tableros que en la actualidad se custodian ne el citado museo.
Me explicó que los tableros de juego que yo veía a ver forman parte de un total de siete, localizados todos ellos debajo del citada plaza de San Iu y que corresponde a los restos del edificio episcopal que se documenta en ese lugar. Estos tableros están grabados en diferentes sillares de varios estructuras arquitectónicas y en losas que fueron reutilizadas en este interesante construcción. Así pude ver en una de las salas del museo, expuesta la piedra que posee el "alquerque de doce", que según la ficha del museo, es de arenisca y mide 10 centímetros de grosor, poseyendo unas medidas de 41 centímetros por 37 centímetros. Se encuentra rota parcialmente, en su parte superior, fractura que afecta al conjunto grabado. Hay que hacer notar, que los pequeños cuadrados resultantes, del cruce de las tres líneas paralelas que se cortan interiormente, sólo poseen una diagonal y no dos como es lo típico en este diseño de tablero. Estaríamos pues, delante de una variedad, que podríamos definir como una figura rectangular reticulada con un gran rombo inscrito en su interior. Al lado de esta singular pieza arqueológica, pudimos ver en una vitrina cercana, la representación de un pequeño tablero de "alquerque de nueve" grabado en un material cerámico rojizo, que presenta a su lado un gran "nudo de Salomón" también grabado. Logicamente, por sus reducidas dimensiones no podemos incluir esta representación del citado juego, en un tablero en el que se podía jugar, si no más bien, en la decoración de está pieza con este diseño, que bien pudiera tener otro valor simbólico, al que apuntan diversos investigadores.
Ya haciendo el recorrido por la zona subterránea musealizada y correspondiente a la parte en que se ubica el mencionado edificio episcopal, datable a época visigótica ( alrededor del siglo VI después de Jesucristo) se puede observar en un grueso muro, en uno de sus grandes sillares, dos tableros de juego de "alquerque de nueve", con cazoleta central y colocados uno encima del otro, siendo el mayor y mejor conservado en que se encuentra en la parte inferior, estando separados uno del otro, por dos rebajes en la piedra.
Continuando el recorrido, en una pilastra de la que arranca una bóveda, en una de las piedras de la misma, un grabado de tres cuadrados concéntricos, que por la distancia desde los que los observé, no pude documentar si poseen los líneas rectas grabadas, que son características del tablero de juego denominado "alquerque de nueve", como los mencionados anteriormente.
Finalmente en otra piedra reutilizada, malamente se documentaba un posible tablero de los conocidos como "alquerques de tres".
Hemos de recordar que en este edificio fueron encontradas varias fichas de juego, destacando dos de ellas, fabricadas de hueso, representando una de ellas, una rana y en la otra podemos leer el número siete, en romano ( VII).
Por lo que pudo ver y con las limitaciones de una visita rápida y sin mucho tiempo para el análisis de lo visto, creo que ninguna de las piezas que pude reconocer, corresponde al sillar localizado en la excavación de 1951. Creo que sería muy útil, poder sacar buenos calcos de papel a cada tablero documentado, así como unas fotografías adecuadas y analizar otros muros por si pudiera haber más tableros reutilizados.
En cuanto a la cronología que le podemos dar a estos tableros, "a grosso modo", los grabados realizados en las piedras reutilizadas en la construcción del edificio episcopal del siglo VI, con grabados de "alquerques de nueve" tendrían que ser anteriores, tal vez, hasta de época romana. Finalmente sobre la losa con el "alquerque de doce" pienso en una datación más tardía, posiblemente medieval.
Para finalizar quiero agradecer publicamente la colaboración prestada por el Museu d'Historia de la Ciutat de Barcelona, en la figura de su Responsable de Conservación, la arqueóloga Julia Beltrán de Heredia Bercero.
Nota.- En las imágenes, la losa con el "alquerque de doce" que se expone en el museo y un detalle del sillar reutilizado en el edificio episcopal que posee los dos "alquerques de nueve"

TABLEROS DE JUEGO DEL CLAUSTRO DE LA CATEDRAL BARCELONA

Ya hace años, creo que hacia el 2001, había tomado notas "in situ" sobre la existencia de posibles tableros de juego en el claustro de la catedral de Barcelona. Estos días en una visita a esta ciudad y ya metido de lleno en el interminable trabajo de inventario de los tableros de juegos de la península ibérica y comprobando que no poseía notas bibliográficas de los mismos, me acerqué para analizar estos juegos de tablero, que se encuentran debajo de los arcos del ala sur del claustro ojival de la citada catedral, que fue acabado hacia el 1448. Se trata de tres tableros de "alquerque de doce" y uno de "alquerque de nueve" que paso a analizar brevemente en este comentario.
El primero de ellos, se localiza debajo justo del primer arco de dicha ala sur del claustro, situado más al poniente. Aunque bastante mal conservado y muy desgastado, podemos ver perfectamente un diseño geométrico que lo podemos catalogar como un tablero de juego del tipo llamado "de alquerque de doce". Está justamente en el tercera losa a la izquierda de la columna gótica. Esta piedra está colocada de forma vertical, pasando por encima de la zona central de la misma una reja de hierro, que impide el paso al centro del claustro. Mide 81 centímetros de largo por 44 de ancho. El grabado se localiza en la parte externa y nos viene dado por una forma cuadrangular de 37 centímetros de largo por unos 32 centímetros de ancho. De su zona de más longitud, podemos ver que salen tres líneas rectas y paralelas, que se cruzan con dos de las mismas características, que parten del lado más pequeño. En cada intersección de las líneas, posee unas pequeñas cazoletas que miden de 3 centímetros a 1 centímetro. Forman en total 12 cuadrados o si queremos verlo de otra forma, tres rombos unidos: unos por dos lados y los otros dos restantes por uno de ellos. Debemos de mencionar que los pequeños cuadrados poseen todos una pequeña línea recta diagonal, pero no dos como es más habitual en este tipo de modelo de tablero de juego. Estos surcos interiores son de un grosor más pequeño que los grabados de las rectas que mencionamos antes. La superficie, como comentamos está muy erosionada, sobre todo en su parte inferior, pudiendo ver como alguna parte de la misma, se ha desprendido. La altura a que se encuentra está losa grabada, en relación al piso actual del claustro, es de 96 centímetros.
Mencionar que justo enfrente de este arco, en el primer escalón de la capilla de Santa Teresa, en un sillar marmóreo de 65 centímetros por 32 centímetros, observamos dos cazoletas circulares cercanas, que miden aproximadamente, 5 centímetros de diámetro por unos 3 centímetros de profundidad.
Siguiendo dicha ala del claustro, tenemos debajo del tercer arco, muy conservado y deteriorado, restos de un grabado de tres cuadrados concéntricos, y rectas que los unen por la parte intermedia de sus lados, diseño éste que nos hace clasificarlo como un tablero de juego del tipo "alquerque de nueve", midiendo el lado de su cuadrado más externo, unos 25 centímetros; el siguiente, 16 centímetros y finalmente el central, posee 8 centímetros de lado y posee una pequeña cazoleta en su interior. Las medidas dadas debido a lo mal conservado de este tablero, tienen que tomarse como aproximadas.
Por último, en la misma ala, pero debajo del cuarto arco, pudimos documentar dos juegos más. Uno de ellos se encuentra "in situ" y el otro se ve claramente que procede de un lugar, del que desconozco la procedencia.
El primero de ellos, grabado en una losa de 100 centímetros por 82 centímetros, al igual que le pasaba al primero juego que analizamos, le pasa por encima la misma reja, pero aquí vemos que el grabado es anterior a la colocación de la misma, pues parte del tablero está de un lado de la reja y otra por el interior de la misma. Su estado de conservación es muy malo o puede darse el caso que nunca llegó a finalizar su grabación. La parte mejor conservada la tenemos en la zona superior y en la inferior sólo podemos observar la línea que delimitaba la figura por esta parte. Mide aproximadamente 32 centímetros y también posee las tres líneas rectas y paralelas que salen del margen superior y son cortadas por dos que salen de la vertical. También aquí, los pequeños cuadrados formados, poseen líneas diagonales. Por la composición que presenta, estaríamos delante de un tablero de juego de los denominados "alquerques de doce".
Finalmente, tenemos en una losa de 15 centímetros de grosor y 94 centímetros de largo por 54 centímetros de ancho y colocada encima del muro de cierre de este arco, por la parte interna de la reja, un interesante grabado, realizado con trazo muy fino, situándose en el sillar, respectivamente a 12 centímetros de su lado izquierdo y a 53 centímetros de su otro extremo y a 12 centímetros de la parte superior y 8 centímetros de la inferior, que representa una figura cuadrangular, cuyos lados presentan las siguientes medidas: 28 centímetros el superior; 26 y 27 centímetros, sus laterales y por último, 26,5 centímetros el inferior. Como es habitual, está cruzado por tres surcos verticales y paralelos que se cortan con otros tres horizontales, formando 16 pequeños cuadrados de 7 centímetros, aproximadamente de lado. También posee cada cuadrado o retícula, una línea diagonal que los corta. Es interesante señalar como en cada uno de los vértices exteriores de la gran figura, posee unos pequeños surcos curvos y paralelos, a modo de decoración. Como curiosidad, vemos una pequeña línea recta, en la parte superior, que une las diagonales de dos pequeños cuadrados, que pienso que se debe a un error en la grabación y no a un hecho consciente. También podemos definir esta figura o diseño como una forma cuadrangular con un gran rombo grabado inscripto en su interior con las líneas mencionadas. La conservación es bastante buena a no ser que hacia la parte intermedia superior, se ha desprendido y ya no es posible verla. El diseño geométrico nos identifica este grabado con un tablero de "alquerque de doce".
Como apuntamos, más arriba, esta pieza arqueológica está fuera de contexto y por ello no podemos incluirla en la misma datación, "a priori" de los otros grabados en esta ala del claustro, que fecharíamos "a grosso modo" hacia los siglos XV-XVI. Por las características técnicas que presenta el "alqueque de nueve" último, así como por la decoración que podemos observar en su exterior, creo que debemos de darle una cronología más tardía a este tablero, posiblemente ya hacia los siglos XVII-XVIII.
Nota.- En las imágenes que ilustran este comentario tenemos: En la parte superior el "alquerque de doce" que se localizada en la piedra colocada encima del muro de cierre del cuarto arco ; el "alquerque de nueve" situado debajo del tercer arco; a continuación, el "alquerque de doce" del cuarto arco; y finalmente, el "alquerque de doce" grabado en una losa debajo del primer arco del ala sur del claustro de la catedral de Barcelona.