domingo, 21 de septiembre de 2008

LOS JUEGOS DE TABLEROS MEDIEVALES DE LA CATEDRAL DE OURENSE ( IX)

6.- LA CRONOLOGÍA Y SU PROBLEMATICA :

No tenemos dudar de adjudicar un marco cronológico medieval, posiblemente centrado en los siglos XII-XIII, a los tableros de juego que hemos analizado y que se localizan en la catedral de Ourense. El único que podría haber sido realizado posteriormente a esta época, es el “alquerque de nueve” que se ubica en las escaleras de acceso a uno de sus tejados. La diferencia del surco del grabado como la poca profundidad del mismo, nos hacen pensar esto, más podría tratarse de que nunca fue concebido como un grabado propiamente dicho y fue realizado como un “grafitti”, realizado de forma esporádica y puede ser de poca utilización en el tiempo.

Una cuestión a destacar es el lugar en que se encuentran los grabados de las dos bancadas, adosadas al muro sur. Se trata de una ubicación muy alejada del altar y muy oculta al tránsito de las personas que se acercaban al culto, posiblemente pensada para poder pasar desapercibidos los jugadores cuando estaban utilizando los tableros y no llamar a atención a las personas que podrían no estar de acuerdo con la práctica de este tipo de juegos en esos lugares sagrados. Aún más, podemos pensar que sólo se jugaría en ellos, en los momentos que se realizasen actividades religiosas en el templo.

Además del aspecto totalmente lúdico de estos juegos, tenemos que dicha práctica en esta época está unida a la del desarrollo de una actividad mental, ligada sobretodo a la estrategia militar. Como podemos contemplar en diferentes láminas que ilustran “El libro de los Juegos” de Alfonso X, del que hablamos en otro apartado, estos juegos de tablero son planteados como de estrategia y por ello, vemos como acompañar a los jugadores propiamente dichos, personajes portando armas, que los podemos comparar a “asesores militares” que les indican a los respectivos jugadores los movimientos que deben de ejecutar para poder derrotar al adversario (esto es, al enemigo).

Si bien estos diseños de tableros de juegos los podemos datar cronológicamente en época medieval como ya apuntamos anteriormente, estos tipos los tenemos bien documentados en época romana, tanto en textos escritos, que nos narran en que consisten y como se juegan, como arqueológicamente, apareciendo en la mayoría de los casos en elementos constructivos aislados o reutilizados en otras estructuras, tanto líticos como cerámicos ( placas de granito o pizarra, “tegulas” o ladrillos). En otras ocasiones vemos que los tableros de juegos han llegado hasta nosotros, como estos que analizamos, grabados “in situ” en diversas piedras que forman parte de monumentos de esta cronología, como puede ser los localizados en los teatros y anfiteatros de Emérita Augusta e Itálica Augusta.

Podemos rastrear más aún la antigüedad de estos juegos, pudiendo apreciar algunos de ellos en épocas claramente prehistóricas o pertenecientes a civilizaciones antiguas, como puede ser la egipcia, pero ese es otro tema muy extenso de tratar y queda para mejor ocasión.

Al contrario, también tenemos que en fechas posteriores a la edad Media, poseemos representaciones de tableros de juegos, que llegan incluso hasta los siglos XVII-XVIII. Hay que señalar que en estas ocasiones, los tableros son realizados mayoritariamente con suaves y finos grabados sobre la superficie de la roca y que se asemejan más a “grafittis” que a auténticos grabados en piedra.

Por último a la hora de estudiar estos grabados se plantea una cuestión que en la actualidad aún está siendo muy debatida. Es en relación a la función de todos los grabados que presentan este tipo de diseños geométricos y que en circunstancias podrían no corresponder a tableros de juegos propiamente dichos, sino que poseerían una simbología que nos llevaría a interpretar estos grabados de diferentes maneras, dejando a un lado, su función como tableros de juego. Estos planteamientos se realizan cuando aparecen estos grabados en ubicaciones originales pero que no permitirían ser utilizados como tableros de juego ( por ejemplo, si están grabados en posición vertical primitivamente) o que se encuentran en zonas muy especiales y no poseen medidas adecuadas para poder ser considerados como juegos o también, aparecen grabados sólo parcialmente, representando sólo parte del diseño en cuestión. Estaríamos en el debate de si todos estos diseños geométricos debemos considerarlos como tableros de juegos o si algunos de ellos, nunca lo fueron y tuvieron una función únicamente simbólica.

Nota.- En una de las fotografías, podemos ver restos de un posible tablero de juego de cazoletas, de época romana, localizado con otros muchos, en las escaleras de la famosa basílica Iulia del foro de Roma; y en la otra, podemos apreciar un tablero medieval de "alquerque de nueve" en la bancada esterior sur de la iglesia románica de Gomariz (Ourense).

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